Visión Futura 2035: Cómo será los vehículos sin gasolina por eléctricos?
TrioLabs te mostrará con su parte en el marco de la campaña visión futura por 10 años desarrollando, así se imaginan los vehículos sin bencina ni gasolina cuando ha dejado de existir después de 175 años de la historia. actualmente con los vehículos serán eléctricos de la automovilidad que donde revoluciona en el futuro por 10 años desarrollando. Con estas marcas de los vehículos eléctricos durante el año 2035 cuando se quedan sin gasolina serían como Tesla, BYD, Volvo, BMW, Nissan, Volkswagen, Mercedes-Benz y otras marcas pueden ser eléctricos e híbridos en el futuro de la automovilidad.
Estrategia Nacional de Electromovilidad
Vehículos con gasolina se dejan de existir en 2035.
Estación del servicio que donde carga a los autos eléctricos.
Audi RSQ, un automóvil eléctrico de la película Yo, Robot.
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Para el año 2035, Santiago de Chile estará en plena transformación hacia una ciudad más limpia y silenciosa gracias a la electromovilidad. Según la Estrategia Nacional de Electromovilidad, a partir de ese año solo se venderán vehículos eléctricos en el país, incluyendo autos livianos, medianos, buses, taxis, colectivos y maquinaria pesada.
Esto significa que en las calles de Santiago veremos:
- Transporte público 100% eléctrico, con miles de buses silenciosos y sin emisiones, como ya se ha comenzado a implementar con la flota actual.
- Taxis y colectivos eléctricos, lo que reducirá considerablemente la contaminación acústica y del aire en zonas urbanas densas como Puente Alto o el centro.
- Infraestructura de carga expandida, con estaciones de carga rápida en supermercados, estaciones de servicio reconvertidas y edificios residenciales.
- Mayor presencia de marcas como BYD, Tesla, Nissan y Chevrolet, que ya están consolidando su oferta en Chile.
Además, esta transición está alineada con el objetivo nacional de alcanzar la carbono neutralidad para 2050, ya que el transporte representa más del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero del país.
En Chile, el año 2035 marcará un punto de inflexión, pero no el fin inmediato de la gasolina. Lo que ocurrirá es que solo se podrán vender vehículos nuevos que sean eléctricos o de cero emisiones. Esto incluye autos livianos, medianos, buses, taxis, colectivos y maquinaria pesada.
Sin embargo, los vehículos a combustión interna que ya estén en circulación seguirán funcionando después de 2035. La gasolina y el diésel seguirán disponibles por varios años más, aunque su uso irá disminuyendo gradualmente a medida que:
- Se renueve el parque automotor con modelos eléctricos.
- Aumenten las restricciones ambientales en zonas urbanas.
- Suba el costo de mantener vehículos a combustión frente a los eléctricos.
En resumen: en 2035 no se acaba la gasolina, pero comienza su retirada definitiva del transporte chileno. Es como si ese año se bajara el telón para los autos nuevos a combustión, mientras los antiguos hacen su última gira.
Textos generados por IA
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El 2035 se perfila como un año clave para la industria automotriz y el medio ambiente. La Unión Europea avanza con la legislación que prohibirá la venta de coches con motores de combustión, una medida que apunta a reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, esta transición está generando tensiones entre gobiernos, fabricantes y grupos industriales, revelando divisiones significativas dentro del sector.
Cuáles empresas están a favor del cambio
Hasta ahora, más de 50 empresas, incluidas Volvo, Rivian, Uber, IKEA e Iberdrola, han manifestado su apoyo incondicional a esta legislación. Estas compañías argumentan que mantener el objetivo de 2035 es esencial para proporcionar certidumbre a las inversiones y acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica.
Jim Rowan, CEO de Volvo, señaló que “la electrificación es la mayor medida que puede adoptar nuestra industria para reducir su huella de carbono. El objetivo de 2035 es crucial para alinear a todas las partes interesadas y garantizar la competitividad europea”.
Este respaldo también se alinea con las crecientes preocupaciones sobre el impacto ambiental de los coches de combustión. Según datos recientes, el sector automotriz es el único que ha incrementado sus emisiones en Europa durante los últimos 30 años, lo que lo convierte en un foco clave para las políticas de reducción de carbono.
Aunque muchos fabricantes han comenzado a redefinir sus estrategias hacia la electrificación, algunos pesos pesados de la industria, como Volkswagen y Stellantis, todavía no han tomado una postura pública sobre la fecha límite de 2035.
Volkswagen, por ejemplo, atraviesa un momento difícil, con reportes de posibles cierres de fábricas en Europa debido a la presión económica y los costos de transición hacia el vehículo eléctrico. Por su parte, Stellantis ha mostrado avances en la disminución de emisiones para 2025, lo que sugiere que podría estar alineado con los objetivos de 2035, aunque sin confirmación oficial.
Qué riesgo representa el 2025
Si bien la mayoría de los fabricantes parecen aceptar la prohibición de 2035 como un objetivo alcanzable, el horizonte más cercano de 2025 está generando mayor resistencia. Las regulaciones de emisiones que entrarán en vigor este año incluyen multas significativas para las empresas que no cumplan con los estándares, lo que ha llevado a varios fabricantes, representados por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), a solicitar una flexibilización de las normas.
Esta presión refleja las dificultades de la industria para adaptarse a un cambio tan radical en un periodo de tiempo relativamente corto. Según ACEA, los objetivos de 2025 podrían ser demasiado ambiciosos y podrían desincentivar la inversión necesaria para cumplir con las metas de largo plazo.
Cuáles países en Europa aún no están seguros
En el ámbito político, la propuesta de la Comisión Europea para prohibir los coches de combustión en 2035 sigue siendo objeto de negociación entre los Estados miembros. Países como Alemania, Francia y España aún no han firmado el acuerdo, argumentando la necesidad de un enfoque más gradual.
Fuera de Europa, la presión también aumenta. Durante la COP26, una alianza encabezada por el Reino Unido y apoyada por naciones como Canadá, India, Noruega y Chile, propuso que los mercados principales eliminen los vehículos de combustión en 2035, y el resto del mundo lo haga para 2040. Sin embargo, grandes actores como Estados Unidos, China y España no se han unido formalmente a este compromiso.
A pesar de las tensiones, el mensaje es claro: la electrificación representa el futuro de la movilidad. Si bien las metas de 2025 y 2035 son ambiciosas, las marcas están reconociendo que los vehículos eléctricos serán la clave para competir en un mercado cada vez más regulado y consciente del medio ambiente.
Un ejemplo de este cambio es Volvo, que recientemente ajustó su estrategia. Aunque inicialmente planeaba ser una marca 100% eléctrica para 2030, ahora también incluirá híbridos enchufables en su oferta. Esta decisión refleja la complejidad del cambio hacia una movilidad sostenible, donde los retos técnicos y económicos obligan a ajustes estratégicos constantes.
La prohibición de los coches de combustión en 2035 representa una de las transformaciones más importantes en la historia de la industria automotriz. Mientras empresas como Volvo lideran el cambio, otras se enfrentan a desafíos financieros y técnicos que ponen en duda su capacidad para adaptarse a tiempo.
La división entre los distintos actores refleja las dificultades inherentes a una transición tan monumental. Sin embargo, el consenso en torno a la electrificación como solución a la crisis climática sigue fortaleciéndose, marcando el camino hacia una movilidad más limpia y sostenible.
Vía: Infobae
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Productividad Visión Futura 2035
Grupo TrioLabs de Chile S.A.
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